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Automotrices reclaman dólares para la “sostenibilidad” de la producción

Las nuevas autoridades de las terminales automotrices que integran la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), se reunieron con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y el secretario de Industria, Ariel Schale.

La reunión fue el debut oficial de Galdeano, titular de Ford Argentina, como el nuevo presidente de ADEFA. Llegó a la sede de Producción, en el piso 12 del Palacio de Hacienda, con el tipo de números que todo funcionario quiere escuchar: Galdeano afirmó que, con los números de los primeros 10 meses del año consolidados, las automotrices ya produjeron 79,2% por arriba del año pasado y que las exportaciones se incrementaron 89,7%.

Galdeano también dijo que durante 2020/21 las terminales automotrices incorporaron más de 2.200 nuevos trabajadores, y anunciaron inversiones por 880 millones de dólares en los últimos doce meses.

Lo cierto es que la industria automotriz local sigue trabajando por debajo del 50% de su capacidad instalada. Pero está exhibiendo un repunte que no sólo supera los registros de 2020, sino también los de 2019, el último año prepandemia. Y en materia de exportaciones, las cifras de octubre ya alcanzaron los mejores registros de 2018.

Pero a la par de ese repunte, Galdeano le dijo a Kulfas, de manera sutil pero concreta, que las terminales necesitan garantías por parte del Gobierno de que van a poder seguir accediendo a los dólares oficiales del Banco Central para poder seguir importando las autopartes necesarias para mantener las fábricas activas.

“Es vital continuar con el dialogo y trabajo conjunto que estamos llevando adelante la cadena de valor y el gobierno desde 2019 para abordar los enormes desafíos futuros que nos plantea la transformación que enfrenta la industria automotriz global”, dijo Galdeano.

Esa necesidad de dólares resulta particularmente vital en esta industria. Los vehículos que las terminales ensamblan dentro del país tienen -según el modelo- entre 55% y 80% de autopartes importadas, tanto desde Brasil como desde diversos destinos de “extrazona”, que es como se denomina dentro del sector a las importaciones que provienen desde fuera del Mercosur.

Dentro del catálogo de eufemismos a los que los empresarios vienen echando mano para plasmar sus reclamos, está el pedido de “diálogo”. En este caso fue visible la redundancia, ya que se dio en medio de un diálogo cara a cara con un ministro de la Nación.

En las terminales automotrices, consideran a Kulfas un interlocutor válido, pese a que es desde ese ministerio donde desde diciembre de 2019 fueron anuladas las importaciones automáticas de vehículos y reemplazadas por el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), con el cual cada empresa negocia mes por mes la cantidad de vehículos terminados que puede importar.

Pero ese tipo de discusión quedó casi en un segundo plano en las últimas semanas, ya que el Gobierno endureció aun más las medidas para acceder a los dólares a precio oficial para pagar todo tipo de importaciones, incluidas las de las autopartes.

Hubo en particular una disposición del Banco Central de principios de octubre, la Comunicación “A” 7375, que en los hechos estiró varios meses la posibilidad de acceder a los dólares para pagar las importaciones. Esa medida fue “flexibilizada” a fines del mes pasado por el titular del BCRA, Miguel Pesce, luego de haber recibido el reclamo de la Unión Industrial (UIA) y de varias cámaras empresarias, incluida la propia ADEFA. 

Kulfas y su secretario de Industria, Ariel Schale, fueron quienes avalaron la eliminación de las retenciones a las exportaciones “adicionales” de la industria automotriz, un gesto que desde las terminales fue valorado como una mejora de la competitividad: ese casi 90% adicional de vehículos exportados este año no pagaron ese impuesto.

La Argentina es uno de los pocos países del mundo donde la exportación de vehículos resulta penalizada con un impuesto del 5% a cada unidad. Se trata de un impuesto que fue aplicado durante el gobierno de Cristina Kirchner y que fue eliminado por apenas dos años durante el de Mauricio Macri, hasta que lo reinstaló tras la disparada del dólar en mayo de 2018.

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