Desde las PASO del 12 de septiembre, el Gobierno destinó discrecionalmente casi $ 15.000 millones en Aportes del Tesoro Nacional a las provincias y marginó de ese reparto a la Ciudad de Buenos Aires, Corrientes y Mendoza, todos distritos gobernados por la oposición, y a Córdoba, donde gobierna el justicialismo pero en la que también viene de sufrir una derrota electoral contundente. Los ATN son recursos provinciales que, por ley, se asignan al Ministerio del Interior con el objeto de atender situaciones de emergencia.
La principal beneficiada en estos 60 días, en línea con su representación poblacional, volvió a ser la provincia de Buenos Aires, que recibió casi un tercio del total: $ 4.600 millones de los $ 14.867 millones que se repartieron.
Después la siguieron tres provincias donde hay gobernadores alineados que responden al kirchnerismo duro: Formosa, con $ 1.020 millones, Catamarca, con $ 1.003 millones, y Santiago del Estero, con $ 989 millones, todas con un equivalente del 7% del acumulado. Continuaron, Santa Fe con $ 884 millones, La Rioja, con $ 805 millones, y Entre Ríos, con $ 625 millones.
Sin embargo, lo que ratifica el reparto discrecional de los fondos son los nulos envíos de recursos a la Ciudad de Buenos Aires, Corrientes, Mendoza y Córdoba. Los tres primeros distritos son gobernados por Juntos por el Cambio, con Horacio Rodríguez Larreta, Gustavo Valdés y Rodolfo Suárez.
En las PASO, en ellos, el Gobierno perdió por amplio margen: en Ciudad no llegó a los 25 puntos y terminó más de 20 puntos abajo del global de Juntos por el Cambio; en Corrientes perdió por 24 de diferencia; y en Mendoza, por más de 14.
El diálogo entre Nación y la Ciudad, especialmente en términos financieros, está roto desde septiembre de 2020, cuando el Gobierno decidió recortar de 3,5% a 1,4% la quita de coparticipación federal que recibe la CABA, lo que equivale a una pérdida de recursos por unos $ 90.000 millones desde que se adoptó la medida. Con Mendoza y Corrientes, por ser distritos gobernados por opositores, la relación también es distante.
El caso de Córdoba es para analizar de manera separada. Desde lo que tiene que ver con el apoyo electoral, se trata de la provincia en la que en las últimas dos elecciones presidenciales mayor ventaja sacó Mauricio Macri.
En la última PASO, aun siendo un distrito gobernado por el justicialista Juan Schiaretti, el Frente de Todos fue con una lista propia que no llegó a sacar el 11% de los votos, quedando por debajo de Juntos por el Cambio y del oficialismo local.
En tanto, hace apenas dos semanas, Alberto Fernández fue más allá y definió a Córdoba como “un terreno hostil”, frase a la que después desde el Gobierno buscaron bajarle el tono. En los últimos dos meses, Córdoba tampoco recibió un centavo.
La única provincia que gobierna la oposición y que recibió ATN de manera periódica es Jujuy. A cargo del radical Gerardo Morales, obtuvo $ 412 millones desde las PASO, a razón del 3%. Apenas por encima quedaron Santa Cruz ($ 500 millones), Chaco ($ 494 millones), Misiones ($ 491 millones) y Tucumán ($ 471 millones). Salta y Chubut quedaron debajo de Jujuy, con $ 379 millones y $ 378 millones, respectivamente. Debajo de la lista, entre las que menos percibieron además de las citadas, aparece Tierra del Fuego, con $ 200 millones.
Especialistas consultados por Clarín cuestionan el sistema de reparto y plantean la necesidad de legislar sobre el tema en el Congreso. “Tendría que haber una ley que establezca los parámetros de distribución, no que quede a discreción del Tesoro o del partido político de turno”, dice Pablo Repetto, director de Gabriel Rubinstein & Asociados.
Además, sostiene que “los adelantos transitorios, por provenir de saldos de impuestos y coparticipación, deberían repartirse de manera bastante similar, o para algún fondo de emergencia”. Y explica que en Argentina “en este caso se utiliza de acuerdo la necesidad del Gobierno de mejorar su performance electoral, como una manera de disciplinar o castigar a aquellas provincias que están en problemas”.
Diego Giacomini, economista, es más drástico en su análisis. “Los ATN son institucionalmente discrecionales con este o con cualquier gobierno, desde la época de la presidencia de Carlos Menem y el reparto a La Rioja, o de Néstor Kirchner que destinaba más dinero a Santa Cruz”, describe. “Es una masa de plata que se la pueden dar a quien quieran”, agrega el profesor de la UBA y de la UB.
Giacomini aclara que la que mayor dinero debe recibir es la provincia de Buenos Aires, que “es la más castigada por el reparto de impuestos”. Y sostiene que la otra jurisdicción “maltratada” es la Ciudad, que directamente “recibe cero”. Para el economista es una situación “inarreglable”, que se traslada también a los municipios de cada provincia, ya que se destinan fondos “según el color político”.
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