Desde Nivel Inicial ya cuentan con acceso a dispositivos móviles, lo que los expone a cyberdelitos desde edades muy tempranas. Pueden entrar a grupos con un acceso no controlado. Apuntan a la concientización.
En el Instituto Superior Santa María de Posadas se realizó un encuentro con estudiantes y funcionarios provinciales para tratar los riesgos del acoso a través de redes sociales.
El grooming y el ciberbullying son una problemática para los jóvenes e inicia a una temprana edad. Sobre este tema, la diputada electa y coordinadora del Departamento de Investigación y Extensión del Santa María, Sonia Rojas Decut, remarcó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones que “la prioridad es lograr que tanto los niños, como adolescentes, se sientan seguros y contenidos, con una comunidad abierta al diálogo. Por ello, hay que educar en el uso cuidado de las redes sociales, en especial en niños y adolescentes”.
Concientizar a la comunidad Alertó que “hoy con un dispositivo celular el niño tiene acceso a información que muchas veces no puede procesar. Es una cuestión de educación en la comunidad entera y con un trabajo muy fuerte con los padres”.
El darles un celular a los chicos “los padres lo ven como un tema se seguridad, para estar conectados con los hijos, pero genera un riesgo en los menores”. Rojas Decut aclaró que “tenemos padres muy involucrados y atentos, pero sucede que el niño y adolescente puede entrar en grupos, con un acceso no controlado y en edades muy tempranas. Por eso es importante la concientización”.
CONCIENTIZACIÓN. El Instituto Santa María llevó a cabo una charla abierta sobre cyberdelitos para toda la comunidad educativa.
Celulares en Nivel Inicial En su experiencia como rectora del Santa María indicó que “observamos desde edades muy tempranas, desde Nivel Inicial, que hay niños con acceso a un dispositivo celular”.
Desde lo educativo, recordó que “la ley sancionada en 2020 planea un plan integral para el abordaje y erradicación del acoso contra niños y adolescentes. Abordamos las temáticas de grooming, la descalificación y en el nivel secundario se trabaja sobre la exposición de los estudiantes”.
Sin embargo, remarcó que “para evitar el acoso virtual escolar es necesario trabajar en canales de comunicación, que deben estar abiertos. Desde el Estado se han dictado capacitaciones y tenemos el recurso humano para alianzas estratégicas para abordar de manera eficiente esta problemática en las escuelas”.
Luego de casos tan polémicos como sucedido en el Roque González, Sonia Rojas Decut opinó que “es importante el trabajo de los tutores y las familias”. En este sentido, señaló que “debemos estar atentos, porque los niños y adolescentes dan señales para detectar esta situación”.
Sostuvo que es necesario hacerlo “desde el Nivel Inicial y primario, con espacios como este, para que los niños puedan tomar conciencia sobre estas cuestiones. Esto requiere una actuación inmediata para cuidar a los niños y adolescentes”.
Protocolo Al momento de detectar un caso de abuso en la escuela, la exrectora del Santa María contó que “se actúa en conjunto, con un protocolo. Lo primero es establecer los medios para preservar la integridad del niño o adolescente. El directivo, es quien toma contacto con las fuerzas y me ha tocado hacer la denuncia”.
Para actuar en protección de las infancias “acudir a personal especializado o a equipos interdisciplinarios es determinante que pueda actuar en conjunto con la escuela y la familia”, agregó. Por último, remarcó que es importante “estar en contacto con las demás organizaciones, porque hablamos de una política transversal”.
Lucha contra el grooming
Hoy se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Lucha contra el Grooming, aniversario de la incorporación del artículo 131 al Código Penal, que define el delito del Grooming como “la acción deliberada de una persona que, a través de cualquier tecnología de transmisión de datos, contacta a un niño, niña y/o adolescente (NNyA), con el propósito de cometer un delito contra su integridad sexual”.
Si bien no hay una única forma de detectarlo, hay diversos factores que podrían indicar que una persona puede estar atravesando esta situación: si se produce un notable aumento o disminución en el uso de los dispositivos; si la persona oculta la pantalla cuando se acerca un adulto; si evita situaciones sociales, incluso aquellas que disfrutaba anteriormente; tiene cambios en el ánimo muy notables que no tengan otra explicación, como por ejemplo si se vuelve retraído o se deprime, o si pierde interés en las personas y actividades, entre otras.