Antoine Griezmann llegó al Atlético Madrid en 2014, luego de la consagración del “Colchonero” de Diego Simeone en La Liga, rompiendo el oligopolio de Real Madrid y Barcelona. Venía de quedar afuera con la selección francesa en cuartos de final a manos de Alemania en el Maracaná.
Un año después, el ahora rutilante delantero galo que de chico iba a los entrenamientos de la Francia campeona en 1998 a sacarse fotos con los jugadores y alimentar su sueño de ser como ellos, recibía a sus verdugos en el Stade de France en un amistoso.
El triunfo 2 a 0 fue anecdótico. Durante el partido, se oyeron en el estadio dos explosiones. Eran apenas una muestra de lo que fue París esa noche.
La capital francesa estuvo literalmente bajo fuego aquel 13 de noviembre de 2015. Ataques terroristas en un restaurante, detonaciones en el estadio donde había autoridades nacionales, alemanas y del fútbol, y la masacre en Bataclan, un pub nocturno donde se presentaba una banda de heavy metal.
Griezmann, junto a sus compañeros, miraban azorados los televisores del interior del estadio, luego de la suspensión del juego por los ataques. En el campo de juego, los aficionados, se quedaron resguardándose de los desconocido. La ciudad de las luces vivía su noche más oscura, iluminada solamente por explosiones y disparos.
Aquellos múltiples, simultáneos y extensos ataques dejaron 130 muertos.
Este sábado, seis años más tarde, Griezmann aportaba sus goles para el 8 a 0 que selló la clasificación de Francia para el Mundial Qatar 2022. Fue en el Parque de los Príncipes, casa del Paris Saint Germain de Lionel Messi.
Francia selló su clasificación para Qatar 2022. Foto AP
Buscó una cámara, se levantó la camiseta, y mostró una remera blanca con la fecha 13/11/15 y un corazón. La foto quedó registrada y la publicó en Twitter sin texto, solamente con otros tres corazones, con los colores de su bandera. El 8 a 0 a Kazajistán fue igual de anecdótico por unos segundos, como aquel 2 a 0.
El campeón del mundo en Rusia 2018 emuló a sus ídolos. Festejó con sus compatriotas un logro deportivo, pero tuvo la frialdad, como cuando enfrenta a un arquero, para recordar, en una noche de felicidad, una tragedia.
El juicio a los autores del ataqueHace pocos días, comenzó el juicio por aquellos ataques. Los que esta noche los franceses trataron de no recordar.
En el Viejo Palacio de Justicia, en una sala nueva, en un juzgado penal especialmente integrado y bajo una organización sin precedentes, se inició al mediodía, a la misma hora de los que almorzaban en Le Petit Cambodge, el juicio contra esta serie de crímenes terroristas islamistas, con 1.800 partes civiles, más de 300 abogados y 141 medios de todo el mundo acreditados.
Un proceso histórico de un tour yihadista que dejó 130 muertos, incluidos siete de los asaltantes, 354 hospitalizados y centenares de traumatizados.
El recuerdo de las víctimas del Bataclan. Foto AP
El país se encuentra bajo” alerta máxima“, ante el temor a que el juicio aumente las posibilidades de otro ataque terrorista, cuando el país vive desde entonces en ”Alerta Atentado”.
Solo un terrorista sobrevivió: Salah Abdeslam, francés, detenido en Bélgica, luego que no se detonara en el Stade de France. Fue recogido por amigos en París y trasladado nuevamente a Bruselas tras el ataque, donde escapó durante cuatro meses, en el ghetto que lo vio crecer .
En el juicio se identificó como “combatiente del ISIS” y no quiso dar el nombre de su padre y a su madre, cuando el juez le preguntó. Son las únicas palabras que se lo conocían desde que fue detenido, tras haber reivindicado “a Ala como única divinidad” y “a Mohammed como mensajero” frente al juez.
Después salió de su mutismo para comenzar a gritar por sus condiciones de detención y decir que son tratados ”como perros” y que en el día de la resurrección “deberán rendir cuentas”.
“Este no es un tribunal eclesiástico”, respondió el juez.
LM
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