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En Balcarce, crían larvas de insectos para producir alimentos de mascotas

El francés Julien Laurençon, (43) y el belga François Nolet (28) encaran un emprendimiento en Argentina para criar larvas de insectos alimentadas con residuos orgánicos, para ser utilizadas como ingrediente en la elaboración de alimento animal. Además, en el proceso se genera un compost que puede usarse para fertilizar cultivos.

Ambos emprendedores se conocieron en 2018 durante una reunión en el Ministerio de Medio Ambiente por los respectivos proyectos que estaban llevando a cabo.

Los dos decidieron tenían un objetivo común: “Reinventar una nueva economía  que responda a los desafíos de la sociedad, que son el cuidado ambiente y la biodiversidad, así como la inclusión y la generación de empleo”, señala Nolet. Y agrega: “Queremos demostrar que con la basura podemos generar mucho valor para eel medio ambiente y la gente”.

De ahí en más comenzaron a darle forma a lo que hoy es la empresa Procens, dedica a la cría de larvas de moscas para generar proteína premium destinada a la elaboración de alimentos para mascotas, peces, aves y cerdos. 

La agricultura responsable preserva la biodiversidad.

Comenzaron el Colonia Caroya pero vieron que había más posibilidades de desarrollar el proyecto en Balcarce, provincia de Buenos Aires, adonde se mudaron en plena pandemia durante el año pasado.

Las larvas utilizadas provienen de una mosca conocida como “soldado negro” que es nativa de las regiones tropicales de América y que no se parece en nada a la común. Cuando llega a la edad adulta no se alimenta y sólo se dedica a reproducirse. En aproximadamente cuatro días, los huevos eclosionan en larvas que en dos semanas son capaces de aumentar su peso por 10.000, solamente alimentándose de desechos orgánicos.

Según Nolet, las larvas se alimentan de los residuos orgánicos y en dos semanas alcanzan su madurez. Estiman que de una tonelada de residuo orgánico se obtienen 250 kilos de larvas frescas que se puede convertir en 75 kilos de harina proteica y 23 kilos de aceite, además de producir 400 kilos de abono natural para cultivos locales.

“Es una industria muy nueva en el mundo. Hacemos cría de insectos a nivel industrial para transformar grandes volúmenes de desperdicios alimenticios en productos nutritivos para los animales y las plantas”, indica Nolet. 

Objetivos

Para el año que viene, la intención es armar un módulo industrial que permita procesar cinco toneladas diarias (comenzaron con 100 kilogramos). Y para el 2024 el objetivo es cosechar 100 toneladas por día.

Actualmente ya trabajan más de 15 personas de forma directa e indirecta para la empresa. En unos años planifican contar con alrededor de 60 empleados y estiman que la facturación anual podría alcanzar los 6 millones de dólares.

“Hablamos con grandes empresas y municipios y llegamos a McCain, que tiene una visión en sintonía con la nuestra. Producen 50 toneladas de descarte papa por día y tiene una necesidad de abono los cultivos de papa”, afirma Nolet.

La idea con la empresa es desarrollar un modelo de economía circular, donde las larvas procesan los desperdicios de papa, se faenan las larvas para extraerles la proteínas y el abono que se genera se devuelve al suelo donde se cultiva la papa que utiliza McCain. 

“Estamos en escala experimental pero haciendo una ronda de inversión para financiar el piloto industrial. Compramos un terreno en parque industrial de Balcarce donde vamos a instalar el piloto para procesar 5 toneladas de desperdicio por día. El segundo paso será montar la planta industrial para transformar 100 toneladas por día. Nuestra visión es replicar otras plantas en Argentina y otros países de la región”, asegura Nolet.

Apoyo del Senasa El Senasa está cumpliendo un rol importante en el desarrollo de este emprendimiento, ya que la cría de insectos no tiene antecedentes. Mauricio Rabinovich explico que “el acompañamiento de la Dirección Nacional de Sanidad Animal a este novedoso proyecto consistió en la creación de una nueva categoría de actividad productiva para concretar el primer paso que es la inscripción del establecimiento en el Renspa”.

Por su parte Angela Gentile afirmó que “el Senasa está colaborando en la parte normativa, y tecnológica, ya que en nuestro país no hay todavía una normativa al respecto, por eso, es de suma importancia que el Organismo acompañe a estos proyectos tan innovadores”.

LM / ds

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