El infectólogo del Hospital Muñiz y asesor del Gobierno nacional, Tomás Orduna, fue víctima de un robo en el Microcentro y apela a que “solidariamente” le devuelvan su billetera, computadora y papeles personales-
“Fue una combinación de descuido y que hay gente acechando para robar. Puede ser sólo coincidencia o hay mucha gente acechando y no la vemos”, explicó Orduna durante una conversación telefónica con Clarín.
El robo, que fue cometido a las 15 de este viernes en la Avenida Callao al 600, entre Tucumán y Viamonte, se produjo cuando el médico estacionó su vehículo para llevarle un bolso a su hija.
“Me distraje y dejé un bolso negro grande, de lo que te dan en los congresos médicos, en el asiento de atrás del auto. Solamente crucé Callao, con lo cual tardé un minuto y medio. Entre dos y tres semáforos volví, me subí al auto y salí. A las dos cuadras algo intuitivo me hizo decir ‘¿El bolso?’ Y no estaba”, contó el infectólogo.
Consultado sobre la recompensa que había ofrecido a quien encuentre sus pertenencias y se las devuelva, respondió: “Inicialmente lo dije, pero lo que uno no sabe es con qué facilidad puede ser engatusado y tener una mala situación”.
“Pensé que si solidariamente alguien la quiere devolver, que lo haga en el Hospital Muñiz”, enfatizó Tomás Orduna.
“Supongamos que me llama alguien y me dice ‘tenemos tu máquina, venite al shopping Morón con $ 50.000’. Entonces, ¿Uno va con la plata o no? Es como los secuestros extorsivos”, graficó.
Por tal motivo, el reconocido infectólogo decidió dar marcha atrás con la propuesta de ofrecer una recompensa: “Pensé que si solidariamente alguien la quiere devolver, que lo haga en el Hospital Muñiz. Me pareció lo mejor, porque en esto uno no puede arriesgar la vida o tener una situación violenta”.
“Apelo a la solidaridad, que llegue a manos de alguien que diga ‘che, esta máquina es del chabón que es médico, ¿Por qué no se la devolvemos?’ En esos términos lo imagino, de compasión. Esa fibra que cuando nace una persona la tiene, pero después muchos la pierden”, comentó esperanzado de que su relato se transforme en realidad.
En ese punto, Orduna indicó que “no había mucha presencia policial” en la zona, pese a que “a la vuelta está la comisaría”, y agregó: “Se aventuran a robar a 130 metros de la comisaría, es increíble”.
A veinticuatro horas de cometido el robo, el asesor del Gobierno nacional indicó que le abrieron la puerta del auto “del lado de la vereda”, pero aclaró que “no tuvieron que romper nada porque la puerta estaba sin bajar el pestillo”.
“Hay que cuidarse. La verdad es que yo me descuidé, pero tampoco me puedo flagelar. Reconozco mi descuido, pero no puedo pensar que en cada cuadra de la Ciudad haya alguien mirando a ver cuándo me descuido. No se puede vivir así”, expresó el médico.
En cuanto a los objetos personales que le robaron, puntualizó: “Por esas cosas de que hacía calor no llevaba campera, así que también tenía la billetera, con todo lo que usted imagine que puede haber ahí adentro. Tenía las tarjetas de crédito y débito, la computadora, el carnet de conducir, matrícula de médico”.
“Lo que más quiero es la información que había en la computadora, eso no tiene precio. Es una máquina Asus que tiene cinco años, no tiene un gran valor de reventa ¿Cuánto se la pueden pagar en un mercado paralelo por ser robada? Como mucho $ 10.000. Para el que se lo lleva es nada, pero para uno tiene un valor enorme”, insistió el infectólogo.
Además, explicó que perdió información de los últimos seis meses, de la que no tenía realizada una copia de seguridad, y completó: “Tengo la sensación de que todo el año 2022 me estaré rearmando”.
“Tendré que preparar desde cero las presentaciones para las charlas que doy en la Facultad y en congresos académicos. Armar los Power Point para esas charlas demanda muchas horas de trabajo y dedicación”, lamentó.
LM
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