El hígado vacuno está dentro de una de las carnadas preferidas de las bogas y las carpas, especies que he podido pescar en muchas oportunidades cuando de repente el maíz fermentado, las masas o el salamín no daban resultado.
Una de las formas más sencillas para prepararlo es tomar el hígado y cortarlo en tiritas de 1 centímetro de espesor por unos 5 de largo (dependiendo del tipo de anzuelo que se utilice), para después encarnarlo en los anzuelos.
También se lo puede utilizar cortándolo en cubos o cuadraditos, y luego colocar uno o dos de estos por anzuelos; muchos inclusive, al mejor estilo brochett, lo suelen combinar con pedacitos de panceta u otra carnada alternativa, pero este no es el caso, ya que funciona mejor solo.
También tenemos otro tipo de preparación, pero que nos demandara unas horas realizarla. La misma consiste en tomar un recipiente un tanto profundo y con tapa, en el que colocaremos una capa de azúcar y después un pedazo de hígado vacuno, al que terminaremos de tapar con azúcar.
De esta manera lo dejaremos por 24 horas, donde pasado este tiempo encontraremos que el hígado se deshidrató tras largar todos sus jugos. Después, simplemente lo llevaremos en el mismo recipiente a la zona de pesca y cortaremos las tiritas o cubos de hígado que necesitemos, conservándolo siempre dentro del recipiente.