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Janet Jackson reveló que cómo la insultaba su hermano Michael: “Solía llamarme cerda, yegua, puta o vaca”

Este viernes 28 de enero se estrena en la televisión estadounidense Janet, una miniserie documental sobre la vida de Janet Jackson que contiene revelaciones sobre la relación entre la cantante y su célebre hermano Michael, además de otros aspectos íntimos sobre la también estrella pop.

Según cuenta la propia cantante en el documental, que se verá en la señal Lifetime, de A&E, su vínculo con Michael cambió con el estreno del videoclip Thriller, en 1982: “Recuerdo que me encantó el álbum, pero por primera vez en mi vida vi que había algo distinto entre nosotros. Se abría una grieta. En ese momento Mike y yo empezamos a ir por caminos separados. Ya no era tan divertido como solía”.

La fama mundial que adquirió Michael Jackson fue la fuente de las adicciones de las que la familia trató de rescatarlo, pero sin éxito: “Alquilaron un avión privado para realizar una intervención. Tratamos de acercarnos a él y de darle lo que no tenía”. Ella trató de que el cantante volviera a viajar con la familia, pero él no quiso: “Se enojó muchísimo”.

Michael Jackson con Janet Jackson en 1993.

Los traumas más profundosEn el documental, que consta de cuatro capítulos, Janet Jackson ahonda en sus traumas más profundos. Cuenta que sus problemas de imagen corporal empezaron cuando, a los 11 años, logró un papel en una serie llamada Good Times. “Soy una persona que come de forma emocional, así que cuando sufro estrés o algo me preocupa, comer me calma”, explica.

Ser parte del sistema del mundo de Hollywood en su adolescencia no fue sencillo: “Me estaba desarrollando muy pronto, empecé a tener pechos y me vendaban para que pareciera más chata”. En la serie, la cantante hizo de Millicent ‘Penny’ Woods durante 48 episodios, entre 1977 y 1979.

A lo largo de toda su vida, Jackson tuvo bruscos cambios de peso, adelgazando y engordando súbitamente. En 2006 subió a 80 kilos para un papel que tenía que interpretar y, según dice, le costó mucho esfuerzo volver a su peso normal.

Janet Jackson en 2015. Desde muy pequeña los trastorno alimenticios fueron parte de su vida. Foto REUTERS

Su aspecto físico fue blanco de las burlas de su hermano más famoso, asegura: “Había épocas en las que Mike solía burlarse de mí y llamarme con algunos nombres como cerda, yegua, puta, puerca o vaca. Se reía de eso, y yo también solía reírme, pero había algo dentro de mí que dolía”.

“Cuando tenés a alguien que te dice que pesás demasiado, eso te afecta”, concluye según el avance del documental al que tuvo acceso el diario sensacionalista The New York Post. Además de la protagonista, en la película prestan testimonio Mariah Carey, Whoopi Goldberg, Missy Elliott y Samuel L. Jackson.

Aquel incidente en el Super BowlTambién se confirmó que uno de los entrevistados es Justin Timberlake, que actuó con Jackson en el Super Bowl de 2004: en una parte de la actuación, mientras entonaban el éxito Rock Your Body, el ex N’Sync le arrancó una parte del corsé a su compañera y le dejó un pecho al aire. El escándalo fue de proporciones.

Janet Jackson y Justin Timberlake en el Super Bowl XXXVIII en Houston. Foto AP

Pero lo que más conflictos le causó en su vida fue la fama. Si hubiera permanecido anónima, especula, “probablemente no habría tenido ningún problema”. Su apellido le pesó siempre: fue “un gran motivo de escrutinio”, aunque, a la vez se considera afortunada y da “las gracias por él”: “Me abrió muchas puertas”.

A la vez, la traumaba: “Yo quería mi propia identidad, no quería que la gente me eligiera a mí o a mi música solo por mi apellido”. Cuando Michael fue acusado de abuso de menores, el nombre familiar se volvió doblemente pesado. Janet dice que llegó a perder un contrato con Coca-Cola por ese tema: “Culpable por asociación, así le llaman, ¿no?”.

En el documental, Janet Jackson también se refiere a su vida amorosa. Casada y divorciada tres veces, tuvo a su único hijo, Eissa, en 2017, a los 50 años, con su tercer marido, el empresario catarí Wissam Al Mana. “No perdí la fe en el amor”, dice.

Aunque otra vez ve a la fama como un obstáculo: “Siento que es más difícil estar en el ojo público y buscarlo”, se lamenta. Y cierra: “Sería bueno tener una relación sana en el futuro”.

E.S.

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