Por muy poco se le escapó a Sebastián Báez el primer título ATP de su carrera. El bonaerense, de 21 años, jugó un gran partido en la final del 250 de Santiago de Chile -la primera para él en este nivel-, pero no pudo con el español Pedro Martínez, quien se impuso por 4-6, 6-4 y 6-4 y levantó el trofeo, para inaugurar su palmarés personal.
Durante dos horas y 48 minutos dio pelea el argentino -la última gran aparición del tenis celeste y blanco-, quien gracias a su gran actuación en este certamen, dará otro buen salto en el ranking: pasará del 78° al 62° escalón.
Báez, claro favorito del público chileno, no le dio tiempo a su rival de acomodarse en la cancha y se adelantó en el marcador bien temprano. Quebró en el primer game y confirmó la ventaja con su saque para ponerse 2-0. Aunque no tuvo tiempo para disfrutarlo, porque Martínez (72° del ranking) se soltó, recuperó el break y luego igualó el encuentro 2-2.
Aunque cuando parecía que el partido se nivelaba, el bonaerense se encendió. Aprovechando el peor momento del español, que empezó a cometer varios errores no forzados, tomó las riendas del juego, muy sólido de derecha y moviendo cómodo por la cancha, volvió a quebrar para ponerse 4-3 y estiró la diferencia con su saque (5-3).
El argentino tuvo un set point en el noveno game, cuando el español, al servicio, mandó un drive demasiado largo y le regaló una nueva chance de quiebre (30-40). No lo pudo aprovechar; pero en el siguiente juego, no perdonó con su saque. Presionó sobre el drive del español, muy errático con ese golpe, y logró cerrar el set, tras 51 minutos.
Palo a palo arrancó el segundo parcial, con los dos bien plantados en la cancha. Martínez se llevó su game de saque para ponerse 1-0 y tuvo un break point en el siguiente, que Báez levantó. Y el argentino, tras igualar 1-1, contó con dos chances de quiebre en el tercero, pero el español las salvó y se adelantó 2-1.
El argentino parecía más sólido en ese tramo del partido, seguro con su saque y muy metido en su juego. Pero el español no le daba tregua y tuvo dos oportunidades de sacar ventaja en el cuarto game, pero Báez levantó los dos break points y luego cerró el el juego con su servicio, para dejar el set 2-2.
En el quinto, el bonaerense consiguió un quiebre, gracias a un par de errores del Martínez, que se apuró para definir los puntos, para el 3-2. Aunque el español, otra vez en un buen momento, devolvió gentilezas y volvió a igualar el marcador 3-3. Y un rato más tarde, en el 10° game, repitió el break y cerró un set parejísimo, para llevar la definición al tercer capítulo.
Martínez levantó la presión en el arranque del tercero y tomó la iniciativa del juego. Se llevó el primer game (1-0) y tuvo dos break points en el segundo, que Báez levantó con firmeza y el marcador quedó 1-1.
El español no aflojó, muy sólido con su revés y confiado con su saque, y siguió siendo un poco más del argentino. Aunque tuvo que esperar hasta el sexto game para sacar diferencia, con un quiebre que lo dejó 4-2 arriba. Aunque Báez se recuperó muy rápido: gracias a una doble falta de su rival, dispuso de tres break points, dejó pasar los dos primeros, pero concretó el tercero y luego empató 4-4.
Pero en el cierre, Martínez fue más regular y erró menos. Báez, con una cabeza fría a veces sorprende para alguien de su edad y poco recorrido en el circuito mayor de tenis, levantó dos match points en el décimo game (15-40 y 30-40), pero no pudo en el tercero y el español selló el triunfo, en una final parejísima de dos horas y 48 minutos, para conquistar su primer título.
Más allá de la bronca por la derrota final, Báez cerró otra gran semana sobre el polvo de ladrillo chileno, que confirmó que sigue en franco ascenso. Para dimensionar lo mucho que creció el bonaerense basta regresar doce meses en el tiempo.
Hace casi exactamente un año, celebraba su irrupción en el top 300 del ranking -había pasado del 312° al 254°- luego de conquistar en Concepción (también en suelo chileno) su primer título en el Challenger Tour. Después de eso, vivió un 2021 inolvidable, en el que levantó otros seis trofeos en ese nivel, se dio el gusto de jugar las ATP Next Gen Finals en Milán (fue semifinalista) y se metió entre los 100 mejores.
En este 2022, continuó evolucionando. Ya enfocado de lleno en el circuito ATP, jugó el Australian Open; llegó a cuartos de final en Córdoba, lo que lo llevó hasta su mejor ranking (72°); y esta semana jugó su primera final en Santiago. Fue con derrota, es cierto. Pero una derrota que sirve para seguir sumando rodaje y experiencia de cara al futuro.
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