Este mercado dará tiempo para incorporar -la Copa Libertadores inicia en abril- pero el aspecto económico obliga al club a mirar puertas adentro.
23/12/2022 19:00
Clarín.com Deportes Actualizado al 23/12/2022 19:00
Goles. De eso se trata buena parte de lo que Boca planifica de cara a un 2023 con exigencia, con cuádruple competencia y también con aspiraciones grandes. Por eso mientras la Copa del Mundo se llevó todas las miradas, en Ezeiza la pretemporada exigente bajo las órdenes de Pablo Santella (el hijo del histórico PF de Carlos Bianchi y ex colaborador de Eduardo Domínguez se sumó al cuerpo técnico de Hugo Ibarra) continúa su rumbo pero también hay reuniones para delinear lo que será un mercado de pases muy complejo desde lo económico para el fútbol argentino pero extenso en el tiempo. Y en el que Boca se meterá para reforzar un ataque que puede tener bajas, altas, regresos, ventas y también movimientos en posiciones clave.
El esfuerzo físico en este receso para Darío Benedetto es clave y necesario (con licencia estuvo en la final del Mundial pero ahora está recuperando los días perdidos tras el descanso a sus compañeros). Porque Pipa terminó el 2022 con muchos problemas que lo alejaron de las canchas en momentos importantes, más allá de su aporte en goles durante el año: 16 conquistas (el del triunfo ante River fue el más relevante) en 41 partidos (34 como titular). Pero no estuvo en juegos en los que a Boca le hizo falta tener a su centrodelantero con más talento y experiencia. Por eso la puesta a punto será primordial, además de ser conscientes de que bucearán en el mercado de pases para sumarle competencia que eleve niveles colectivos.
Los primeros apellidos en la órbita (Roger Martínez es uno de ellos, pero hoy el club no dispone de cupo para incorporar) todavía no trascendieron, pero habrá intentos por incorporar hombres de área hasta el comienzo de la temporada, a fines de enero. Y con la Copa Libertadores recién iniciándose en abril, el libro de opciones para sumar apellidos se dilatará todavía algo más.
Boca se prepara para el 2023. El 2022 de Luis Vázquez fue de mayor a menor. Los 5 goles en 48 encuentros lo demuestran, aunque más allá de su sequía final (estuvo 13 encuentros en fila sin marcar) su declive fue más futbolístico que ante la red. Incluso llegó a perder el puesto con otros juveniles, dejando pasar chances de ser el reemplazante de Benedetto ante las ausencias del titular. El ex Patronato fue operado de una pubalgia al finalizar el torneo (una explicación a su merma futbolística se explica desde allí) pensando en ponerse de la mejor forma para el 2023. Sin embargo en Boca están en charlas con el club de Paraná para quedarse con el otro 30 por ciento de su ficha y así tratar de negociar una venta al exterior, algo que se frustró en junio de este año cuando el Brujas de Bélgica no pudo acercarse a los números que pretendían en Brandsen 805. El Almería español sigue interesado en el punta.
A la inversa de lo que ocurre con Vázquez fue el cierre de año de Gonzalo Morales, el chico de la Reserva que saltó a Primera y que aportó soluciones en el momento de la definición. Siete partidos y dos goles fueron su carta de presentación para sumarse a la pretemporada con el primer equipo y enviar un mensaje de que Hugo Ibarra puede contar con él, pese a que ya varios equipos del país (Platense, Godoy Cruz y Tigre entre ellos) ya manifestaron que les interesa sumarlo.
¿Y Mateo Retegui? En Tigre fue goleador de la Liga Profesional y con el club de Victoria hay charlas para ver si puede regresar a Boca con la opción de cesión de dos jugadores a cambio. Aunque también hay ofertas desde Europa y de la MLS (DC United) que buscan comprar al futbolista. Si esto ocurre, el pase pertenecerá un 100 por ciento a Boca, pese a que Tigre tiene la opción de comprar la mitad de la ficha y hacer negocio.