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Nuevo acercamiento al chavismo: vuelven los vuelos a Caracas y apuestan por un aumento del comercio bilateral

Se espera que empiezan a volar líneas aéreas privadas. Se multiplican las misiones comerciales y el presidente Nicolás Maduro fue invitado a una cumbre en Buenos Aires el próximo 24 de enero.

Varios cambios se registran sobre este fin de año en las relaciones entre Argentina y Venezuela, después del paulatino acercamiento del gobierno de Alberto Fernández al régimen de Nicolás Maduro tras volver al poder el kirchnerismo tres años atrás.

Los más resonantes cambios tienen que ver con que a principios de 2023 se restablecerán los vuelos Buenos Aires-Caracas; otro con que se espera un alza del comercio bilateral de hasta el 60%, y con que ya se iniciaron conversaciones con Brasil para que Venezuela vuelva al Mercosur, de donde fue suspendida en 2016 por su avasallamiento contra el sistema democrático, contrario a los protocolos del bloque.

El embajador argentino en Caracas, Oscar Laborde, viajó a Buenos Aires para pasar el fin de año y ultimar detalles de los movimientos que se esperan en las próximas semanas. Laborde fue enviado a Venezuela como modo de recomponer el vínculo, teniendo en cuenta que entre 2015, con el gobierno de Mauricio Macri, y hasta mediados de este año, las relaciones diplomáticas se mantenían en el nivel de encargado de negocios.

Por otro lado, Maduro es, junto al cubano Miguel Díaz Canel, y el nicaragüense Daniel Ortega, uno de los 32 jefes de Estado y de Gobierno invitados a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que el gobierno argentino está organizado para el 24 de enero en Buenos Aires. Para el caso, sus ministros ya habían estado en octubre pasado durante la cumbre de cancilleres que Santiago Cafiero encabezó en Buenos Aires, y que se unió aquí también a la de ministros de la Unión Europea.

La cumbre del próximo 24 de enero será la primera foto que tendría Fernández a nivel bilateral con Maduro, que quiere venir porque también el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, que asumirá como presidente de Brasil el 1° de enero, ya anunció el reinicio del vínculo diplomático con Venezuela, interrumpido por la administración del saliente Jair Bolsonaro.

Y ha sido Lula quien blanqueó las conversaciones para que la suspensión que pesa sobre Venezuela como miembro pleno del Mercosur sea levantada. Es un tema más trabajoso en los hechos porque así como de intempestiva fue su salida de las reuniones de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, también lo fue su incorporación bastoneada por los entonces gobiernos de Cristina Kirchner y Dilma Rousseff sin que los venezolanos cumplieran con los pasos previos para ingresar al bloque y sin que se analizara la verdadera complementariedad con el Mercado Común del Sur, de un país con otra estructura y otra geopolítica ubicada en el Caribe.

La relación entre Maduro y la administración de Fernández tiene sus zigzagueos. Por empezar, el venezolano es en realidad amigo y aliado de Cristina Kirchner, y tanto él como la cúpula del régimen han tenido hasta insultos para con el presidente argentino, sobre todo durante la crisis de este año porque la justicia argentina retuvo en Ezeiza el avión de Emtrasur -le dijeron hasta “títere” del imperio, por EE.UU.- y la tripulación de 14 venezolanos y cinco iraníes que ya fueron liberados.

Un punto clave es el regreso de vuelos directos para mejorar la conectividad aérea. Aerolíneas Argentinas dejó de operar en agosto de 2017. La estatal venezolana Conviasa había retomado sus vuelos a inicios de 2022, pero tras el secuestro del avión de Emtrasur en Argentina decidió suspenderlos por tiempo indeterminado. A la brevedad, se avanzaría con la asignación de las rutas a una privada argentina y a una privada venezolana, quienes tendrían autorización para operar hasta tanto Aerolíneas Argentinas y Conviasa retomen las operaciones en la ruta Buenos Aires-Caracas.

Si la balanza comercial con Venezuela llegó durante el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner a los 2000 millones de dólares, en base al petróleo y a un fideicomiso que dieron pie a investigaciones en la justicia por presuntos actos de corrupción a través de la denominada “embajada paralela” que llevaba el Ministerio de Planificación, cayó después a niveles de casi cero. Ahora, la reanimada Cámara de Comercio Venezolana Argentina (Cavernarg) estima que ambos países podrán cerrar este año con intercambios por alrededor de 300 millones de dólares.

“En el nuevo giro de las relaciones políticas y económicas que se está produciendo entre Venezuela y Argentina, pondrán al sector privado a jugar un rol central”, prometió Laborde que busca ahora centrarse en una agenda económica con el régimen que emprendió a su vez un diálogo con los Estados Unidos, otro con Europa, y una reforma de una economía más centralizada a una apertura mas de corte liberal.

Laborde organizó ya varias misiones comerciales a Caracas donde han participado empresas como Rizobacter, Tedeschi, Chemtec, Hersems y Bernardín, involucradas en proyectos de inversión con capital argentino y en alianza estratégica con empresas privadas venezolanas para el desarrollo de la producción agrícola, con transferencia de conocimiento, insumos con tecnología de punta y actualización del parque de maquinarias destinadas a la producción provenientes de Argentina.

En la segunda edición participaron las empresas Biogénesis Bagó, La Lechera Santa Clara, y la productora de cerdos ISOWEAN S.A, y estuvo centrada en el desarrollo porcino en territorio venezolano. Para la puesta en producción de una industria porcina de escala exponencial, se requerirán insumos y vacunas que serían exportadas desde Argentina en el marco de un programa de transferencia tecnológica que culminaría con el cambio de status de Venezuela a país libre de aftosa con vacunación.

Luego hay otro programa conocido como “Venezuela y Argentina Hermanadas por la Producción”, por el que viajó una comitiva de empresas venezolanas lideradas por la Cámara Venezolano-Argentina de Comercio, presidida por el empresario Benjamín Tripier, centrada en los rubros de alimentos, medicina, laboratorios, tecnología, café, mercado financiero y bolsa de valores, entre otros.

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