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Inauguraron el primer laboratorio multidisciplinario en la Antártida

Foto: Prensa ENCO. El primero de los tres nuevos laboratorios multidisciplinarios que Argentina construirá en la Antártida, durante la actual campaña de verano, fue inaugurado este jueves en la Base Esperanza por autoridades científicas, diplomáticas y militares, mientras que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, encabezó la certificación nacional de la unidad sanitaria de este emplazamiento en el continente blanco.El rompehielos Almirante Irízar arribó por la madrugada a la Bahía Esperanza, donde se ubica la base, y con los primeros rayos del sol se hizo visible el nuevo laboratorio, construido en una elevación del terreno y distinguible en su diseño del resto de las infraestructuras naranjas en ese emplazamiento, fundado en 1952. El nuevo edificio, pintado en su exterior con los colores de la bandera argentina, fue diseñado por ingenieros del Ejército Argentino y construido con elementos metálicos y placas térmicas producidas por PyMEs nacionales, mientras que el sol patrio de su fachada fue tallado en la carpintería de Esperanza por la propia dotación de la base.Este nuevo espacio diseñado y dedicado especialmente a la ciencia dispone de un laboratorio de secos, uno de húmedos, uno de sucios y un área de servicios para amplificar las capacidades de procesamiento de muestras y flexibilizar las posibilidades de organización del trabajo por parte de los investigadores. La titular de la Dirección Nacional del Antártico, Patricia Ortúzar, dijo a Télam que “los nuevos laboratorios tienen que ver con una necesidad de contar con infraestructura pensada y concebida desde el principio para la ciencia; en las bases Esperanza, Orcadas y San Martín si bien hay espacios que se usan como laboratorios, ninguno había sido pensado ni diseñado para ese uso; el objeto de todas las bases antárticas es prestar apoyo logístico a la ciencia y es algo que podemos mejorar con estos tres laboratorios que suman facilidades a la investigación”.— Ministerio Defensa (@MindefArg) March 30, 2023 El subsecretario de Coordinación Institucional del Ministerio de Ciencia, Pablo Núñez, afirmó a Télam que “estas nuevas instalaciones son muy valiosas en distintas dimensiones” y destacó que “el Ministerio de Ciencia tiene a su cargo la iniciativa ‘Pampa Azul’ por lo que invertir en ciencia en la Antártida es muy importante en sí mismo, y es también consolidar una presencia soberana a través de la investigación”. “Hace mucho que no se construye infraestructura nueva en nuestras bases antárticas, el último laboratorio que se hizo fue uno en base Carlini en cooperación con Alemania hace más de 30 años; por eso son tan importantes iniciativas como esta y como el programa ‘Construir Ciencia’ que financia este tipo de proyectos con fondos del tesoro nacional”, resaltó. En febrero pasado, los ministros de Ciencia y de Defensa, Daniel Filmus y Jorge Taiana, supervisaron la construcción del laboratorio de Esperanza, cuando visitaron las bases antárticas a bordo del rompehielos ARA “Almirante Irízar”. Foto: Prensa ENCO. Con motivo de la inauguración del laboratorio, según un comunicado del MINCyT, el ministro Filmus afirmó: “Estos nuevos laboratorios estarán en las bases permanentes y gracias a ellos se podrá investigar todo el año. Estas obras marcan el compromiso que desde el comienzo de su gestión el Gobierno nacional ha tenido con los temas antárticos”. Y remarcó: “El laboratorio que se inaugura hoy (por este jueves) en Esperanza no solo busca incrementar las capacidades de investigación y trabajo de nuestras científicas y científicos, defender el medio ambiente y cuidar las riquezas naturales, sino también consolidar la soberanía científica. No hay desarrollo posible sin producción científico-tecnológica, y la Antártida es un área de investigación de gran importancia para la humanidad y para nuestro país”. En tanto, el ministro Taiana, destacó: “La instalación de estos tres laboratorios de 120 metros cuadrados cada uno, construidos y diseñados totalmente en nuestro país, con materiales nacionales, representa un salto cualitativo en la capacidad de investigación argentina en la Antártida”. Junto con Ortúzar y Núñez, también participaron de la visita a base Esperanza el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Martín Paleo; el jefe del Comando Conjunto Antártico, general de brigada Edgar Calandín, el director de Política Exterior Antártica de la Cancillería, Fausto López Crozet; y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien junto a un equipo de inspectoras de su cartera encabezó la inspección para certificar las capacidades de la unidad sanitaria de ese emplazamiento antártico. Foto: Prensa ENCO. Vizzotti dijo a Télam que “es una decisión política importantísima poder acompañar en un país bicontintental todo lo que sucede desde el punto de vista sanitario en nuestro territorio antártico, el trabajo que se viene haciendo es muy grande a partir de un convenio que entre otros puntos contempla la donación de respiradores, equipos de electrocardiograma, monitores de adultos y también pediátricos, y carros de paro para reanimación”. “También está con nosotros un equipo de fiscalización del Ministerio para poder hacer la certificación nacional de las unidades sanitarias tanto en nuestras siete bases permanentes como también a bordo del rompehielos Almirante Irízar y en la sede del Comando Conjunto Antártico, son pasos muy importantes que reconocen la calidad del servicio que prestan en la Antártida y es además se convierten en gestos de soberanía”, destacó. “Tener estas unidades certificadas facilita mucho la gestión de insumos y recursos para estos espacios de salud, tanto para lo que es provisto por el Ministerio de Salud como para efectuar licitaciones; además de certificar los centros de Salud de las siete bases permanentes se donaron dos consultorios odontológicos, uno de los cuáles va a ir a base Marambio y al otro se le está definiendo destino, ya que se puedo recuperar el que estaba instalado en base Esperanza”, completó Vizzotti. La visita de las autoridades sanitarias también fue oportunidad para la inauguración del Módulo Antártico de Producción Hidropónica N° 2 (MAPHI2), un proyecto de cooperación entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) que busca abastecer de vegetales frescos a las dotaciones de las bases permanentes de Argentina durante los crudos meses de invierno. El sargento Bobadilla, integrante de la dotación de Esperanza que guiaba a los visitante en la nueva instalación, indicó a Télam que “el primer módulo MAPHI ya funciona en la base Marambio y lo que hacemos es cultivar vegetales sin sustrato, sino a través de agua enriquecida con nutrientes”. “En la primera etapa estamos plantando rúcula, perejil y lechuga, y creemos que en unas semanas vamos a tener un régimen de producción como para poder hacer pizza con rúcula una vez cada dos semanas, que parece poco, pero es un montón si pensamos que todo lo que tenemos para el invierno son conservas o frigorizados; en una segunda etapa vamos a incorporar la producción de frutillas y tomates cherry”, añadió. Fundada en 1952 por el general Edgar Leal, la Base Esperanza tiene la particularidad de que fue concebida como un poblado en el que todos los miembros de su dotación vivan durante todo el año con sus familias, por eso en lugar de tener largos edificios de alojamiento cuenta con viviendas independientes para cada grupo familiar, con la escuela N° 38 “Raúl Alfonsín” para los niños y adolescentes, una biblioteca, una iglesia, un museo y hasta una filial de Radio Nacional, la LRA 36 “Arcangel San Gabriel”. Foto: Prensa ENCO. En la planta de esa estación radiofónica Télam encontró al ingeniero en telecomunicaciones Alejandro Daniel Álvarez, quien de forma voluntaria se sumó a un proyecto para recuperar las capacidad de transmisión de la única emisora antártica. “Estoy colaborando a voluntad con Radio Nacional para recuperar una parte importante de su historia, yo recorrí las 50 filiales y esta es la última de ese recorrido, hace dos meses que estamos acá realizando algunas mejoras transitorias en su capacidad de cara a un proyecto de mejoras más profundas durante el verano próximo”, dijo. “El objetivo es que Radio Nacional ‘Arcangel San Gabriel’ que es la única que tiene argentina en Onda Corta y la única del continente antártico pueda seguir difundiendo desde base Esperanza todas las investigaciones científicas y actos de soberanía que aquí se desarrollan hacia el resto del mundo”, destacó. “El 1 de febrero llegamos a Esperanza junto a Alejandro Petreca que es el jefe de planta Transmisora de Radio Nacional y podemos decir que a pesar de algunos días de mal tiempo pudimos cumplir con todos los objetivos de este viaje lo que nos pone muy felices”, completó Álvarez, mientras terminaba de preparar sus equipos para embarcar en el rompehielos y comenzar su regreso a Buenos Aires. Pasadas las 18 se completaron las operaciones de abastecimiento entre el rompehielos y la base Esperanza, por lo que el buque zarpó rumbo a la base Petrel, donde los funcionarios esperan arribar mañana para supervisar los trabajos de reactivación de ese emplazamiento antártico. Los lobos marinos antárticos, una “especie indicadora” del funcionamiento del ecosistema Los lobos marinos antárticos son “una especie indicadora del funcionamiento del ecosistema”, dijo a Télam el especialista en mamíferos marinos Gustavo Daneri, quien realizó, con su colega Mariana Descalzo, un monitoreo ecológico de los mamíferos marinos más predominantes en la zona de la Base Esperanza, donde hoy fue inaugurado el primero de tres laboratorios multidisciplinarios que construirá el país en el continente blanco. Daneri y Descalzo se aprestaban este jueves a embarcar en el rompehielos Almirante Irízar, después de pasar el verano en Esperanza, adonde llegaron a mediados de la estación “para hacer un monitoreo ecológico de las dos especies mamíferos marinos más predominantes en esta época del año en esta zona, que son la foca del Weddell y el lobo marino de dos pelos, al que también se lo conoce como foca peletera”, dijo a Télam el investigador. “Hicimos censos y estudios de ecología alimentaria a través de monitoreos diarios a lo largo de todo el período costero, de esta manera buscamos incrementar las bases de datos que tenemos sobre esas dos especies y complementarlas con datos que venimos acumulando desde hace décadas sobre esas mismas dos especies en cercanías de otras bases argentinas como Marambio, Primavera o Carlini”, añadió. El investigador apuntó que “los lobos marinos antárticos son una especie indicadora del funcionamiento del ecosistema ya que cualquier parámetro ecológico que uno mide en esa especie puede ser un síntoma de cambios que ocurren en ese ecosistema; hasta el momento nuestro principal punto de estudio estaba en la base Carlini donde hay una gran abundancia de lobos marinos, mientras que acá, en Esperanza, su presencia era ocasional, pero en los últimos años empezó a incrementarse notoriamente y decidimos venir a monitorearlos a esta zona para comparar los datos que obtengamos de este punto con los de las poblaciones más al norte”. Sobre el trabajo diario, Descalzo contó: “Colectamos muestras variadas, para conocer su alimentación trabajamos con materia fecal, que es un importante indicador de la alimentación del animal y si es necesario obtener muestras de tejidos para análisis más avanzados lo que hacemos es monitorear los ejemplares que se alejan unos 15 o 20 metros del mar y cuando encontramos uno relajado o en descanso lo anestesiamos con una serbatana con tranquilizantes; evitamos ejemplares que estén despiertos o en alerta, porque si reaccionan la situación puede ser muy peligrosa”. “En principio el proceso de anestesiado requiere de una distancia prudencial de por lo menos tres metros al momento de aplicar la dosis y después se aguarda de 10 a 15 minutos a que el animal tenga menos movimiento y sea seguro acercarse a tomar la muestra”, agregó. “Los lobos marinos llegan a esta zona normalmente a mediados del verano y se trabaja con la especie hasta principios del otoño; en el caso de la foca del Weddell también se trabaja con ella en los meses de invierno en la zona de base Marambio, pero ahí la complicación es que los anestésicos se congelan y no los podemos aplicar”, completó Daneri. Daneri reside en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, es doctor en Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), trabaja en el Museo de Ciencias Naturales Bernadino Rivadavia, que depende del Conicet, y forma parte de un convenio con el Instituto Antártico Argentino de la Dirección Nacional del Antártico, en el que se especializa en focas antárticas. Descalzo es oriunda de Vicente López, y es licenciada en Ciencias Ambientales de la Universidad de Buenos Aires, donde cursa además el doctorado en Ciencias Biológicas en la Facultad de Ciencias Exactas.

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