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Dicen que al regreso del viaje a Bariloche del 19 de abril, en el que Javier Milei brindó un discurso ante un foro empresario, su hermana Karina y el vocero Manuel Adorni recorrieron el ARG 01, el mismo que en 2023 había comprado Alberto Fernández por unos US$ 25 millones, y quedaron «encantados» por la comodidades del avión presidencial que en principio habían desestimado. Pero lo bueno, se sabe, cuesta plata: el traslado del Presidente a Los Angeles habría resultado más oneroso que el alquiler de un vuelo privado para cubrir la misma travesía, según fuentes del mercado aeronáutico consultadas.
Si la única verdad es la realidad, el discurso oficial de la «austeridad» de a poco va quedando atrás. El argumento que se utiliza por estas horas es la seguridad del primer mandatario, el mismo que obligó al helicóptero presidencial Sikorsky a movilizarse hasta la ciudad patagónica para realizar un traslado de 7 minutos desde el aeropuerto local hasta el hotel en el que disertó el primer mandatario, con un gasto de al menos US$ 50 mil. El problema es que Casa Militar venía recomendando extremar las medidas de prevención desde el comienzo del mandato del locuaz economista. Algo cambió.
Los que conocen a los hermanos Milei desde hace años aseguran que siempre les gustaron las comodidades. El propio Presidente habitó durante casi tres meses el piso 21 de un hotel 5 estrellas del microcentro porteño hasta desembarcar en la Residencia de Olivos. Era lógico que la habitación y el baño del Boeing 757 resultaran por demás agradables para la hermana del mandatario.
La cuestión es que tras las advertencias del ministerio de Seguridad, la secretaría general de la Presidencia decidió desechar los vuelos comerciales para los traslados internacionales del primer mandatario que, vale decir, promedian uno por mes desde que se sentó en el sillón de Rivadavia.
El viaje a Los Angeles
Este domingo el primer mandatario y una reducida comitiva arribaron al aeropuerto de Los Angeles, previa escala en Lima, en el reemplazante del Tango 01. El lunes a las 16 disertará en la conferencia global de inversores que organiza el Instituto Milken y más tarde se entrevistará con el multimillonario Elon Musk. Al anochecer emprenderá su regreso a la Argentina: su arribo al sector militar del Aeroparque Metropolitano está previsto para el martes al mediodía.
Según fuentes del mercado aeronáutico, la travesía oficial tendría un costo de 550 mil dólares considerando el gasto en combustible, «handler» -servicios en los aeropuertos-, estacionamiento, las escalas y los «viáticos» del personal de la Secretaría General. Se trata de un servicio más oneroso que el que demandaría el alquiler de un avión privado Gulfstream GV, que costaría unos U$S 180 mil, y estaría en condiciones de transportar a la reducida comitiva que acompaña al Presidente.
Es que el ARG-01 tiene capacidad para transportar a 39 pasajeros y junto a Milei viajaron su hermana Karina, Nicolás Posse, Luis «Toto» Caputo y personal de ceremonial, custodia y de la Unidad Médica Presidencial
Lo cierto es que la organización de la actual travesía se produce en momentos en que el Gobierno parece haber archivado la idea de «vender» la flota de Tangos o eventualmente traspasar su mantenimiento y gestión a la Fuerza Aérea, tal como había informado en un primer momento.
Todo indica que la misma quedará bajo la supervisión de la Secretaría General de la Presidencia, que ha venido robusteciendo su estructura en los últimos meses. Si bien en lo formal se encuentra bajo el paraguas de Casa Militar, en lo operativo talla la Dirección General de Logística. Allí reviste Florencia Gastaldi, una asesora de Karina que viene de la gestión de A. Fernández, que el martes pasado fue denunciada en la Justicia por supuestamente «alquilar» a dos charters privados el sector Sur del Aeroparque metropolitano que está destinado al estacionamiento de las unidades de la flota área presidencial.