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Sí, las estadísticas son frías. Pero también implacables. En Cataluña y el conjunto de España el número de suicidios tras la pandemia se ha incrementado notablemente… Pero si miramos más atrás, el aumento es constante y enorme. En cifras absolutas, comparar 1980 con 2022 (la última estadística disponible) nos descubre que (en una población que ha crecido un 27%) los suicidios no es que hayan crecido, es que se han multiplicado por dos y medio, pasando de 1600 a 4.227. Los datos sobre muertes tras un trastorno mental son demoledores: se han multiplicado por 25.
En cuanto al suicidio, el crecimiento ha sido casi constante, salvo leves descensos puntuales, y con subidas espectaculares. Del 2011 al 2013 se pasó de 3100 casos a casi 3900. Son los años posteriores a los recortes sociales. Lo que indica la estadística es que no solo tras la pandemia se han incrementado los casos (un incremento del 5% del 2021 al 2022) sino que el problema viene de lejos. Es más, los datos del 2021 (tras el confinamiento) demuestran que ese período de vida en casa no generó un incremento de suicidios notable. En términos absolutos, hubo 60 casos más que el año anterior (siendo todo incremento un drama humano, evidentemente).
El triple de hombres
Cuando se bucea en los datos se constata que entre los hombres el suicidio como causa de muerte es tres veces mayor que entre las mujeres. El incremento se ha producido en ambos géneros, pero los números absolutos son muy distintos. Más de tres mil hombres se quitaron la vida en el 2022 frente a las mil cien mujeres que lo hicieron. En ambos géneros, si comparamos estos datos con los de 1980 constatamos que los suicidios registrados se multiplican casi por tres en las mujeres y por dos y medio entre los hombres.
Los jóvenes, no tanto
Entre los jóvenes, epicentro de la actual preocupación en salud mental, la evolución del suicidio ha sido diferente, desde 1980. El incremento desde ese año en comparación con la actualidad no es tan alarmante (de 54 a 75 casos) pero en 1995 se llegaron a producir 121 muertes por suicidio o lesiones autoinfligidas. En concreto entre los jóvenes de 15 a 19 años se produjeron este tipo de casos, y además se logró bajar notablemente los suicidios hasta que en 2010 se contabilizaron «solo» 28.
Las personas mayores
Entre las personas mayores, el incremento de muertes por suicidio desde 1980 es también la tendencia general, pero es mucho más notable a medida que la edad es más avanzada. Por ejemplo, los suicidios entre las personas de entre 85 a 89 años se han multiplicado por siete. Las mayores de 90 años (con datos absolutos menores) también han visto incrementado el número de casos. Se han multiplicado por trece.
En las personas de mediada edad, el incremento también ha sido notable pero no hasta el extremo de las personas mayores. Entre los adultos de entre 55 a 59 años el índice de suicidios se ha multiplicado por tres. En cambio, entre los jóvenes mayores de edad, pese a que en todos los casos ha habido incrementos, no son -ni en cifras absolutas ni en porcentaje- tan extremos como los de las personas mayores.
Mujeres y trastorno mental, datos alarmantes
En relación con las muertes tras un trastorno mental («personas en la que esa enfermedad o trastorno mental fue la enfermedad que inició la cadena de acontecimientos que condujeron al fallecimiento», según detalla el INE), los datos comparativos entre 1980 y el 2022 son muy relevantes. Arrojan un constante crecimiento de casos, que se han multiplicado por 25.
Pero entre las mujeres es todavía más alarmante: de los 375 casos registrados en 1980 se ha pasado a 15.200. Son cuarenta veces más. Y si buscamos los datos por edades, encontramos que entre las personas de 85 a 94 años el crecimiento ha sido también notabilísimo. Atención, porque como en el caso de los suicidios, en el 2020 y 2021 se registró un descenso de casos, que remontaron tras la pandemia.